La dictadura de Nicolás Maduro en Venezuela continúa persiguiendo a la oposición en las vísperas para las elecciones presidenciales del 28 de julio. Recientemente, los grupos de tarea del régimen arrestaron a dos miembros del equipo de campaña de María Corina Machado, sumando un total de ocho dirigentes detenidos. Estados Unidos, Argentina, Uruguay y Paraguay condenaron estas acciones, mientras que otros países de la región, como Chile, México, Brasil, Ecuador y Perú, permanecieron en silencio, al igual que los históricos aliados del chavismo, como Bolivia, Cuba y Nicaragua.
Estados Unidos, a través del Departamento de Estado, condenó los arrestos y pidió la liberación inmediata de los detenidos, afirmando que los ataques de Maduro contra la sociedad civil y los actores políticos son contrarios a los compromisos del Acuerdo de Barbados.
El gobierno argentino, bajo el presidente Javier Milei, expresó su repudio y exigió la liberación de los detenidos, calificando las detenciones arbitrarias como contrarias al espíritu democrático y destacando las violaciones de derechos humanos en Venezuela, según lo informado por la Misión Independiente de Determinación de los Hechos ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.