Cientos de cubanos salieron a las calles el domingo 17 de marzo por la noche en protesta por los prolongados cortes de energía, que alcanzan hasta 13 horas al día}. La gente expresó su frustración por los problemas en el servicio eléctrico y la distribución de alimentos, lo que desencadenó confrontaciones verbales. El presidente Miguel Díaz-Canel atribuyó las protestas a intentos desestabilizadores de enemigos de la Revolución y acusó a Estados Unidos de interferencia.
Brian Nichols, del Departamento de Estado de EE.UU., expresó su respaldo al derecho del pueblo cubano a manifestarse pacíficamente y destacó la necesidad de que el gobierno cubano adopte la democracia y respete los derechos de los ciudadanos. La Cancillería cubana protestó por la supuesta injerencia de Washington.
Las protestas continúan este lunes 18 de marzo y se desarrollan en medio de cortes prolongados de energía y escasez de alimentos, exacerbados por la falta de combustible en el país. Las autoridades cubanas han atribuido los cortes a trabajos de mantenimiento en la planta termoeléctrica Antonio Güiteras en Matanzas. Aunque se espera que la planta vuelva a funcionar pronto, los apagones persisten.
Estas protestas representan el mayor estallido social desde 2023, cuando la isla experimentó cortes de energía generalizados y brotes de protestas. Protestan por una vida digna y por ser libres.